Recién llegados a Malasia!!

Jelou a todos mis lectores!! Tanto a los nuevos como a los que llevan tiempo siguiendo mis andanzas por el mundo.

Bueno, ayer llegamos cansadísimos (a ver cuando a alguien se le ocurre poner literas en los aviones en vez de incómodos sillones), así que en cuanto llegamos nos echamos una pequeña siesta de dos horitas y nos levantamos con fuerzas para buscar algún sitio donde cenar (odisea...).

Para los que hayáis visto Españoles por el Mundo en Kuala Lumpur (papi), deciros que el bar de Pintxos españoles se encuentra justo detrás de nuestro Hotel, y también hay otro llamado "El cerdito" (bar de tapas) y "El cerdo" (restaurante), también españoles. Están en una calle llena de bares de tapas y restaurantes, los españoles no eran de los más llenos así que seguimos investigando a ver como estaba el resto, y por lo que pudimos observar aquí los bares Irlandeses no triunfan mucho. Las aceras están ocupadas por los veladores, por lo que casi hay que andar por la carretera, y si pasas junto a los bares siempre te dicen lo mismo, pero yo sólo les entiendo "Beer", a Javi ya se lo tienen ganao!! jajajaja.

Seguimos andando hasta llegar esta calle llena de farolillos rojos (supongo que puestos para la celebración del nuevo año Chino) y de humo, donde había un montón de puestos de comida con sus banquetitas y mesitas casi todas ocupadas. Para los que no nos conocéis, deciros que nos encanta integrarnos con la gente de la zona, comer donde ellos comen, y hacer lo que ellos hacen, vamos, intentando cumplir con la máxima de "donde fueres haz lo que vieres".

Decidimos sentarnos delante de unos puestos que tenían buena pinta, pero aquí empieza la aventura... cuando te sientas aparecen cinco pavos cada uno con una carta diferente, a cual más estropeada, te las ponen en la mesa y ahí se quedan a esperar, bueno, algunos esperan y otros van y vienen para dar cartas a otros comensales. Yo intenté preguntarles si eran del mismo puesto, pero no debieron entenderme porque me dijeron que sí y no era así. Elegimos una carta, porque no sabíamos muy bien como funcionaba esto, y pedimos "pastel de zanahoria frito", bueno de sabor pero la textura no me hizo mucha gracia, será porque relaciono las zanahorias con algo crujiente; y unas mini brochetitas de pollo y ternera, que traían una salsa para mojar parecida a la que hace mi tía Conchi para los cangrejos de río, pero con cierto dulzor. A mí no me hizo mucha gracia así que decidí tomarlas sin salsa, pero las brochetitas ya llevaban una especie de adobo que se parecía al de los pinchitos, aunque también era como dulce (sospecho que aquí todo lo que no pica es dulce...). El caso es que, luego llegó una familia grandota y se nos sentó cerca, y ahí fue cuando descubrimos que pedían platos de diferentes puestos (porque además en cuanto te lo sueltan en la mesa te piden que pagues el plato), y está bien pensado porque a lo mejor en cada carta había una cosa que sabíamos que nos iba a gustar, pero dos ya era más raro, de hecho nos arriesgamos con las zanahorias. En fin, para la próxima ya sabemos...

Por cierto, habréis notado que me he convertido en Flanders, porque uso muchos sufijos diminutivos, pero es que aquí todo es pequeñito!! jajaja, las mesitas, las sillitas, las brochetitas... hasta ellos!! por lo menos los que parecen malayos. Acaba de entrar un chico a limpiar la habitación y es pequeñito, yo creo que le quedarían bien mis zapatos... mañana le pediré que se los pruebe!

En fin, esta tarde-noche si me da tiempo os escribo más, que esta mañana en el desayuno le he dado unas clases de las que ya sabéis!!

Besitos para todos que hoy estoy generosa!!