Relax Vacacional (Parte II)


El domingo nos despertamos temprano para desayunar y seguía lloviendo. Por suerte la noche anterior, habíamos pedido un paraguas en recepción, ya que cuando terminamos de cenar seguía lloviendo. Cuando fuimos a pedirlo la chica nos dijo que más tarde alguien nos lo llevaría a la habitación... esta está tonta!! le dijimos que seguía lloviendo y teníamos que volver a la habitación, así que habló con la superiora y nos dijo que esperáramos. Al rato vino un chico con cinco paraguas.
El buffet de este hotel era más variado, había de todo, incluso algo que se parecía a la fabada. Desayunamos y nos pusimos en marcha. En un principio habíamos pensado en tomarnos el domingo de relax, para descansar, y el plan era estar hasta las 12 p.m. en la piscina del hotel, y luego ir a ver Kota Mahsuri o la tumba de Mahsuri Binti Pandak Mayah (Maruchi pa'tí y pa'mi), pero como había salido el día un poco malo, supusimos que en algún momento abriría y dejaría de llover, así que aprovechando que era temprano cogimos el coche y fuimos al norte a ver si salía alguna excursión para ver los manglares, águilas, pájaros, monos, etc... Esta vez si vimos por la carretera una familia de moninos que caminaba por el carril contrario. Cuando llegamos allí ya no llovía, el cielo estaba gris, hacía calor, pero no llovía, así que nos fuimos a una especie de caseta que anunciaba las excursiones, pero no había nadie.
Esperamos un ratillo mientras hacíamos fotos y comenzó a llover, y a llover con fuerza así que viendo que no iba a parar y que allí no venía nadie, tuvimos que correr hasta el coche para no perder mucho tiempo ahí sin hacer nada y poder seguir viendo cosas. Atravesando la isla nos dirigimos hacia el sur a ver la tumba y mausoleo de la Maruchi. ¿Qué quien es la Maruchi? Os lo cuento a continuación...

A finales del siglo XVIII nace Maruchi en la isla de Langkawi. Parece ser que era la chica más guapa del pueblo y todos la pretendían, pero ella no se dejaba querer. Al final se casa con un guerrero llamado Wan Darus, Juan para los amigos, pero éste se debe ausentar por un tiempo para ir a la guerra dejándola con un niño pequeño. El caso es que un día llega un extranjero buscando alojamiento y nadie lo acoge, así que la Maruchi que era mu buena gente, le dio cobijo, y aquí es donde vienen las tres versiones que existen de la leyenda.

La primera dice que la mujer del jefe de la tribu, tenía celos del a belleza de la joven; la segunda versión dice que el hermano de su marido, es decir su cuñao, intentó tener algo con ella mientras su hermano estaba de viaje y ésta la rechazo; la última versión dice que es el propio jefe de la tribu, el cual había pretendido sin éxito a Maruchi, para que fuera su segunda esposa, el que se venga acusándola de adulterio. El caso es que alguien la acusa de adulterio, ella lo niega pero nadie la cree así que es sentenciada a muerte. Un día la cogen, la atan a un poste y la intentan matar a cuchillazos pero por unas cosas o por otras fracasan y la chiquilla no muere. Cada vez que intentaban matarla la chiquilla se salvaba de alguna manera. Así que ya un día Maruchi cansada de tanto ajetreo les dice que sólo la podrán matar con el cuchillo de su padre, y así fue, pero al clavarle el cuchillo de su padre la sangre en vez de salir roja, sale blanca... y esto les dio mucho yuyu a los de la tribu, porque era señal de que la chiquilla era inocente, así que antes de morir Maruchi les echó una maldición, diciendo que habría siete generaciones seguidas de hambrunas y miserias... y así fue, al poco tiempo de morir Maruchi, lo siameses de Siam tras muchos intentos de invadir Langkawi lo consiguen, la gente quemaba sus campos de arroz para que no cayera en manos de estos, también hubo bastantes desastres naturales. Hasta hace poco que murió el último miembro de la séptima generación, entonces la isla empezó a prosperar y comenzó a llegar el turismo acabándose la mala suerte.

El mausoleo está compuesto por la tumba de Maruchi, tiene también dos o tres chozas malayas típicas, tiendas a tutiplén, y algunas zonas ajardinadas. También tiene una zona para espectáculos de música y danza, y unas jaulas con pájaros varios.

Una vez visto esto, nos fuimos a visitar la zona que dicen que es más turística de Langkawi, en plan zona de playas, chiringuitos, etc... Pantai Cenang. Parecía una calle paralela a cualquier paseo marítimo de alguna playa española, sólo que como más desordenada. Aparcamos el coche e intentamos acceder a la playa, cosa que nos costó bastante, porque los hoteles y restaurantes no tenían pasillos entre ellos, así que había que atravesar alguno de estos dos para llegar a la playa. Andamos hasta que encontramos uno, y cuando llegamos vimos una playa con la arena clara, llena de gente bañándose, jugando a la pelota, corriendo, tomando el sol, esto si es una playa!!

Alquilamos una sombrilla para no cocernos mucho, y nos fuimos corriendo a bañar. El agua estaba templada, no costaba nada meterse y aunque no era muy clara se veían pequeños pececillos. Creo que nunca he estado tanto tiempo metida en el agua!!
Nuestro vuelo salía a las 19:55 p.m., así que pensamos aprovechar hasta la hora de irnos allí, el único inconveniente es que no había duchas de agua dulce en la playa, estaba todo copado por los hoteles, y eran como pequeños bungalows por lo que tampoco tenían una zona de ducha para los clientes.

Javi se fue a pillar algo de comer, habíamos visto una hamburguesería y una pizzería, optamos por lo segundo, así que nos la comimos debajo de nuestra sombrillita y volvimos al agua. Como a las 17:30 p.m. empezamos a levantar el campamento, nos montamos en el coche y por el camino nos cambiamos el bañador por ropa decente, para no ir muy guarris en el avión.
Y así es como terminamos estas minivacaciones, relajadamente en la playita descansando y disfrutando, y por mucho que nos hubiera llovido, o torcido los planes, esto era un gran final, de esos que te dejan buen sabor de boca...
En fin, besitos para todos!!

PD: En el museo de Maruchi cuentan que también matan al hijo de ésta con el Juan, pero luego hay un árbol genealógico que dice que hay descendencia de Maruchi que ha llegado hasta nuestros días... no sé que creer...

3 comentarios:

  • Esther | 23 de febrero de 2012, 8:48

    OLE ESA MARUCHI, CON UN PAR.....
    Por cierto, los monos iban bien, sois vosotros los que vais por la izquierda.....

  • Lourdes | 23 de febrero de 2012, 19:55

    Que digo yo, que la maruchi sabiendo lo que le esperaba cambió los cuchillos por otros de goma, y por eso se reía tanto ¿o no?

  • Helen Galher | 24 de febrero de 2012, 9:41

    Pos no sé si se reía, pero vamos, en vez de dejarse matar ya se podía haber pirado a otro lado, no?? vamos digo yo... y además hay otra cosa que me indigna, cuando volvió el marido y vió que la habían matado... por qué no se lió parda?? o dijo, a mu bien por adúltera!! como son estos malayos...

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